jueves, 9 de junio de 2016

Shiva.Shakti

Según el Tantra, el Universo de materia y energía que conocemos nace de una misma sustancia o energía, el principio absoluto Shiva-Shakti. Aunque los principios Shiva-Shakti (consciencia y energía) se separaron en el origen para dar nacimiento a la consciencia individual, siguen estando latentes en el ser humano en un continuo intento por fusionarse de nuevo para realizar o re experimentar la unidad de donde evolucionaron.

Este aspecto absoluto se separó en dos: Shakti, energía femenina, que es un aspecto creativo, dinámico, adoptó la forma de Kundalini, energía latente, que se sitúa en la base de la columna vertebral esperando ser despertada; Shiva, consciencia suprema,que permanece como una cualidad estática, sin forma, se alojó en el centro psico-energético situado en la zona superior de la cabeza, Sahasrara Chakra.




Despertar Kundalini y llevarla a la unión con lo Absoluto, independiente de la tradición religiosa, espiritual o meditativa que uno siga, es la meta de toda realización espiritual.

EL CUERPO SUTIL

El cuerpo sutil está formado por una extensa red de energías y la mente, siendo una réplica del cuerpo físico, constituido de prana, energía sutil. Esta energía universal o prana, impregna todo lo que existe, adoptando diversas formas que hacen posible la luz, el calor, y todas las formas de existencia en el planeta.


Los Chakras, son vórtices o remolinos deconsciencia-energía que enlazan las distintas envolturas del ser humano. Los chakras generan, acumulan, transforman y distribuyen el prana dentro del sistema energético, siendo también puertas de intercambio entre el hombre y el Macrocosmos. Se localizan en la parte posterior del cuerpo, alineados a lo largo de todo el eje de la columna vertebral, desde el perine, hasta la parte superior de la cabeza. Trabajan en estrecha relación con los nadis, canales psico-energéticos que se extienden por todo el cuerpo y al igual que estos, no pertenecen a la estructura del cuerpo denso, sino a la del cuerpo sutil. No obstante, tienen una total vinculación con el cuerpo físico, de manera que los principales chakras están asociados, no identificados, con los plexos nerviosos y glándulas endocrinas más importantes. La actividad del chakra rige el funcionamiento de sus glándulas y plexo asociados y estos, a su vez, también influyen en el chakra. Cuando un chakra despierta, actúa como una especie de interruptor que pone en marcha un nivel de conciencia superior. Cada chakra se relaciona con un determinado nivel de conciencia, abarcando desde los aspectos más burdos e instintivos (chakras inferiores), a las cualidades más sutiles (chakras superiores).

Los Nadis son canales psíquicos por donde circulan las energías internas. Conforman una enorme red que interconecta todo el cuerpo energético. Hay que resaltar que un nadi no es exactamente un tubo por donde circula el prana sino que el nadi es el propio flujo de energía con un trayecto determinado. El movimiento de estas corrientes se ve muy influenciado por el Sol y la Luna y la actividad que se esté realizando en cada momento. Aunque la tradición afirma que hay más de 72.000 nadis en todo el cuerpo, tres, son los más importantes: Sushuma, Ida y Pingala.



Sushuma Nadi: es el nadi más importante, el canal central, relacionado con el sistema nervioso central. Se origina en Muladhara Chakra, en el periné, asciende a través de la columna vertebral atravesando todos los chakras y termina su trayecto en Sahasrara Chakra, en la parte superior de la cabeza. Es el camino por donde asciende Kundalini.

Ida: es el Nadi lunar que conduce laenergía mental o Manas Shakti. Parte del lado izquierdo de Muladhara Chakra, asciende por Sushuma, serpenteando, atraviesa los chakras, pasa por la fosa nasal izquierda y termina su trayecto en Agya Chakra, enfrente del entrecejo. Este nadi gobierna el funcionamiento del sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de relajar las funciones corporales y conservar la energía. El sistema parasimpático actúa como una especie de freno biológico, que entre otras muchas funciones, ayuda a relajar los músculos superficiales, disminuye la temperatura exterior del cuerpo, ralentiza el ritmo cardíaco, al mismo tiempo que envía información a las vísceras para que pongan en marcha la digestión y la asimilación de nutrientes. La fosa nasal izquierda y el Nadi Ida, están así mismo vinculados con el hemisferio cerebral derecho, que rige el lado izquierdo del cuerpo. El hemisferio cerebral derecho es responsable de la orientación en el espacio, el conocimiento intuitivo, la creatividad, la sensibilidad artística, las percepciones extrasensoriales,…

Pingala: es el Nadi Solar, que conduce la fuerza vital o Prana Shakti. Parte del lado derecho de Muladhara Chakra, asciende por la columna , entrecruzándose con Ida y Sushuma en los chakras; pasa por la fosa nasal derecha, hasta terminar su trayecto en Agya chakra. Este nadi está asociado al sistema nervioso simpático, que juega el papel de acelerador, prepararando al organismo para la interacción con el mundo externo. El sistema nervioso simpático energiza todo el cuerpo exteriorizando la consciencia. Entre otras funciones activa el ritmo cardíaco, aumenta la tensión muscular y la temperatura corporal. La fosa nasal derecha y el Nadi Pingala se relacionan con el hemisferio cerebral izquierdo, que rige el lado derecho del cuerpo. Del hemisferio cerebral izquierdo depende la mente racional, la expresión verbal y la habilidad matemática, entre otros.

La actividad de los nadis fluctúa a lo largo del día y la noche. El flujo respiratorio va alternando de una fosa a otra en intervalos de una a dos horas. Este ligero predominio de actividad en una fosa u otra asegura el equilibrio del todo el conjunto cuerpo-mente y se ve condicionado por distintas variables como la posición del sol y la luna, el clima, la actividad que se está desarrollando en cada momento, el deporte, el descanso,…

Si la respiración de una fosa prevalece durante un tiempo superior a dos horas, es síntoma de que existe algún desequilibrio debido a un exceso de calor o frío en el organismo. La alternanacia adecuada de la respiración nasal, garantiza el equilibrio de la temperatura corporal y de todas las funciones fisiológicas.


Del mismo modo, la actividad mental se ve condicionada por el flujo de los nadis y la respiración nasal. Cuando se iguala el flujo respiratorio en ambas fosas nasales de manera natural o por la práctica del Yoga, Ida y Pingala se equilibran dando lugar a la activación del flujo de prana en sushuma nadi. En ese momento, la tercera fuerza o energía espiritual, Kundalini, puede ser despertada y dirigida a través de Sushuma hasta Sahasrara Chakra, trascendiendo el estado mental ordinario para dar paso a niveles de consciencia superiores, el encuentro, la comunión entre Shiva y Shakti.

jueves, 2 de junio de 2016

DESAPEGO



Hemos visto que el anclarse al pasado nos pasa la cuenta en el cuerpo. El pasado está ahí y no cambiará jamás. Incluso ahora la reciente lectura del párrafo anterior ya es parte del pasado. Y eso no se puede cambiar. El pasado no se puede alterar. Está ahí y no se moverá. Lo único que puede alterarse es el efecto que puede tener en cada cual.


Y el pasado tiene una connotación bien interesante, y es que en él hemos aprendido todo lo que somos, lo que sabemos, lo que conocemos. Y entonces, lo que hace el pasado es condicionarnos a lo que conocimos. El pasado es el que nos hace buscar la seguridad en todo lo que emprendemos, porque hemos aprendido a buscar la seguridad, como consecuencia del miedo que tenemos al futuro, que es otro comportamiento aprendido. La vida se nos presenta siempre como una amenaza. Si queremos saber cómo somos debemos buscar nuestro pasado, para ver qué aprendimos en él, qué creencias tenemos y por qué las asumimos como verdades.

En el pasado aprendimos a ser como somos. Aprendimos a ser apegados, a no soltar. Y ello nos lleva al dolor agudo de sólo saber que habremos de soltar lo que llevamos. La avaricia es uno de los defectos principales que producen este estado de nuevo equilibrio, con la enfermedad.

El desapego por el contrario se basa en la incertidumbre total. Pero en la incertidumbre con fe. Con certeza que lo que necesitemos nos será provisto.

La incertidumbre es opuesta a la seguridad. Y, como hemos visto, la sociedad actual persigue le seguridad a cualquier precio -tanto es así que uno de sus símbolos es la sepultura en el Parque del Recuerdo, la que hay que comprar en vida. Pero lo que se persigue es la seguridad material. Y la persona que busca la seguridad se hace esclavo de la búsqueda, porque la seguridad no llega jamás, porque es basada en la conciencia de carencia, es decir, en la conciencia de que no alcanza para todos ni para todo, entonces aunque las alforjas estén a punto de descoserse se va a sentir inseguro, va a sentir que va a faltar mañana.

La seguridad es una ilusión. No existe. La búsqueda de la seguridad es un apego al pasado, a lo que aprendimos, a lo único que conocimos. Y he ahí que está lo que aprendimos, las creencias que tenemos y que nos condicionan. Y como estamos entonces en el pasado no podemos avanzar proyectándonos hacia el futuro. La seguridad es una ilusión. No existe. Pero paradójicamente nos esclaviza a lo que ya pasó.

Lo opuesto a la seguridad es la incertidumbre. Lo opuesto al apego es el desapego.

El desapego es libertad absoluta. Pero no la libertad del anárquico o del asceta. No es la libertad del desposeído ni la del marginal. Es la libertad del que crea, por el simple goce de crear. Es la libertad del que vive el presente haciendo el mañana, habiendo dejado atrás el pasado que a otros fuerza a repetir comportamientos gastados y resultados ya probados.


La seguridad busca que las cosas no se escapen de los cauces. La incertidumbre lleva a la aventura, a la creación, a la experimentación. Y eso alegra el espíritu.

La incertidumbre es experimentar la fe, en que todo lo que necesite me será provisto. Y es más, sabré que lo que me sea provisto es lo que necesito, aunque la provisión se vea a los ojos de alguno como esmirriada o escuálida.

Y cuando hablamos de desapego no solamente hablamos de cosas materiales. El desapego también tiene que ver con las relaciones.

El desapego no significa no poseer bienes. No, el desapego significa que no existe temor a no tener esas cosas mañana. Significa no depender de esas cosas, ni tampoco de esas personas, para poder desarrollar el potencial interno en el mundo, para poder ser feliz en la vida. Desapego es vencer el temor, y dejar que se desarrolle nuestra creatividad al máximo, para ir creando minuto a minuto el futuro, sin mirar hacia atrás, para no convertirnos en estatua de sal.

Ese estado de ánimo que se conoce como depresión, que es en realidad un conjunto de síntomas físicos que se manifiestan como consecuencia de ciertas emociones, principalmente la pena profunda, es la muestra más patente del apego, del miedo a perder, del miedo a soltar. Cuando comprendemos que nuestra provisión será todo lo abundante que pueda ser, conforme a cómo podamos abrir las alas de la fe, y que con su batir hará que se genere la creatividad que irá en aumento constante, habremos comenzado a vivir en el desapego. Quien sale de la depresión ha avanzado un escalón en el camino al desapego.

“Para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado."

“Es grande el poder que se deriva de todo esto. Tan pronto como renunciamos al interés por el resultado, combinando al mismo tiempo la intención concentrada y el desapego, conseguimos lo que deseamos. Podemos conseguir cualquier cosa que deseemos a través del desapego, porque éste se basa en la confianza incuestionable en el poder del verdadero yo. El apego, en cambio, se basa en el temor y en la inseguridad –y la necesidad de sentir seguridad emana del desconocimiento del verdadero yo.”

Por eso, aprendamos que las posesiones a veces no son más que cadenas invisibles, pero apoyadas por facturas o escrituras en el conservador, que nos atan por el miedo a postes vivos firmemente enraizados en el suelo, que ha sido alimentado con el agua del temor. Vivamos la vida con alegría, que merece ser vivida. Creemos el futuro, que nos está esperando.

Podemos gozar el camino de ir hacia el futuro, sin tener la vista fija en la meta, sino que recorriéndolo con regocijo, disfrutando del paisaje, de sus gentes, de sus instantes. Podremos así ir aprovechando las oportunidades que se nos presentan para ser felices.

Disfrutemos el desapego!


miércoles, 1 de junio de 2016

El Arte del Desapego

El 5º yama (aspectos de la conducta que hay que evitar de acuerdo con Patanjali) es Aparigraha que significa “no apoderarse de algo”, en pensamiento, palabra y obra. Consiste en aprender a no ser posesivo. Queremos poseer aquello que nos gusta, que nos produce placer. Nos sentimos atraídos por infinidad de cosas y queremos que nos pertenezcan, y eso nos hace vivir apegados a ellas.

También existe apego a situaciones y personas. ¿No has tenido alguna vez miedo de perder a esa persona amada? ¿no se te ha pasado alguna vez por la cabeza “no puedo vivir sin ti”? Nos asusta perder a esa “persona sin la que no podríamos vivir”. Eso es apego y no amor. El apego es un falso amor.


Las personas necesitamos 
establecer vínculos de amor, respeto y protección hacia aquellos que amamos. Nos unen vínculos afectivos con personas queridas que son muy difíciles de romper, llegando a crear una dependencia de esa persona. Esto nos limita, nos quita libertad para encontrarnos a nosotros mismos y puede incluso producirnos miedo y ansiedad.

Practica el desapego. Con desapego no me refiero a abandono, pasotismo, desapegarse del mundo, ni a una vida en una cueva solitaria. Practicar el desapego no significa romper vínculos afectivos o relaciones personales con quienes forman parte de nuestro círculo personal. Debemos aprender a ser autónomos dentro de nuestras relaciones y respetar el espacio personal de cada uno. Siempre debemos basarnos en la confianza.

¿Realmente es posible el desapego emocional? No se puede aprender el desapego en un libro o con una única técnica. El desapego es un proceso de madurez, el resultado del esfuerzo propio. Yo recomiendo empezar practicando con pequeñas cosas y situaciones, para poco a poco ir incorporándolo a nuestra vida cotidiana.

Ejemplo de situaciones en las que practicar el desapego:
  • Practica el dar: Despréndete de objetos que llevas años sin utilizar o aquella ropa que llena tu armario. Es más, regala algo que te guste mucho.
  • Suelta: no te aferres a una opinión o punto de vista, respeta otras opiniones.
  • Entiende y respeta los espacios de tu pareja.
  • Realiza actividades como cuando estabas solter@, que incentiven tu crecimiento personal e independencia.
  • Se responsable de ti mismo, de tu felicidad: qué gran carga para tu pareja que tu felicidad recaiga sobre sus hombros.
  • Vive el presente, porque en esta vida nada es eterno, nada permanece, todo cambia.

“La felicidad consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea.” (Gautama Buda)






¿Cómo superar los baches del pasado con Yoga y Astrología?

Lo que Saturno y la Luna pueden dar a nuestra tranquilidad.
¿Qué hacer cuando la vida te conduce a afrontar lo que has aplazado?

Estamos en un momento en el que somos conducidos a afrontar, a perdonar y soltar con desapego los temas del pasado que aún seguimos cargando. Y es mediante la Astrología Védica que podemos comprender que las situaciones del pasado han sido diseñadas para nuestro aprendizaje, como indicios para conectar con el plan Divino que Dios tiene para cada uno de nosotros, a través del estudio de los astros.

Esto resulta bastante iluminador ante situaciones que no logramos comprender fácilmente y nos generan fuerte impacto emocional y se manifiestan en enfermedades y molestias en el cuerpo, el cual trata de recordarnos lo que debemos afrontar como parte de nuestro aprendizaje.

Hay que mirar qué aspectos de tu vida son los que no funcionan o en los que has venido en un ciclo, aparentemente interminable, en el que vives una y otra vez, una situación. Por ejemplo, inestabilidad económica, problemas de salud, decepciones amorosas, dificultades familiares, etc.

Es en este punto donde entra el planeta Saturno, el maestro implacable. Su función es la de conducirnos al aprendizaje, y como normalmente aprendemos sufriendo o es el dolor el que nos impulsa a actuar, suele usar la aflicción, la incomodidad y el dolor para ello.

Es al que le toca hacer el trabajo del malo, en vista que aún no hemos logrado aprender, a pesar que tratan de ayudarnos otro tipo de maestros como la Luna, con la influencia de sus fases.


Pero no todo es malo, así como Saturno “castiga” también da, en especial si eres aplicado con la lección que requieres aprender. Como testimonio personal puedo decirte que desde que soy consciente de su influencia, mi avance en el yoga y mi crecimiento personal han sido potenciados de forma increíble.

El punto es que creas o no en la influencia de Saturno o los planetas, no puedes negar que toda la vida es un aprendizaje y hay momentos que se vuelven cruciales o parecen encaminarte casi que a la fuerza a cerrar ciclos, perdonar, despegarte y soltar el pasado. Sea a través de las personas o las situaciones, la vida se encarga de encaminarte y tú decides si quieres hacer tu camino amable o un poco truncado. El primer paso es reconocerlo y aceptarlo.

Ahí es donde el yoga y su sabiduría pueden orientarte, brindándote herramientas de ayuda. Puedes empezar por escribir lo que has identificado como ciclos interminables o sucesos que parecen repetirse y nunca terminar. Identificando cómo te hace sentir, aprovechando para desahogarte y así abrirte a nuevas visiones sobre lo que estás viviendo.

La meditación es muy efectiva en este proceso. Hay un mantra que ayuda a que surja claridad interior: Om namo Bhagavate Vasudevaya. Aunque parece difícil, se pronuncia como se lee. Puedes comenzar despacio y poco a poco agregarle musicalidad, velocidad y armonía, mientras pides por la claridad interior. Puedes recitarlo sentado, acostado, de pie e incluso caminando. Encuentra la forma que más te resulte efectiva y si lo acompañas con una plegaria u oración, mucho mejor.

Si escribes, meditas y actúas para aprender la lección que la vida te ha deparado, notarás el enorme progreso y bendiciones especiales que llegan a tu vida.